Entrevista por Cristina Calvo
Entrevista de Cristina Calvo
Lara Alcázar es gijonesa, feminista y activista. En 2013 decidió fundar FEMEN España y nueve años después sigue al pie del cañón junto a sus compañeras.
Un grupo que siempre ha sido inspirador para muchas feministas y que gracias a sus acciones a pie de calle representan la rabia, las necesidades y las ganas existentes de un cambio real.
Lara junto a Reichel Navarrete dirigen y guionizan “Desobedientes: La historia de FEMEN es España”. En su primer largometraje podemos ver cómo durante un año, el grupo ha registrado todas sus protestas, nos muestran sin ningún tipo de filtros la vida y las entrañas detrás de lo que se suele conocer, los entrenamientos y las emociones que hay bajo sus acciones sextremistas.
Por primera vez podemos verlas desde dentro, haciéndonos participes de cada paso y dejando así reafirmadas una vez más sus ideas. Algo que sin duda, quedará para la historia.
Durante todo el documental podemos escuchar una Lara contundente, con ganas de seguir creciendo y luchando, recalcando con seguridad “lo que sí y lo que no”, hablamos con ella para adentrarnos un poco más.
¿Quién hay detrás de Lara, fundadora y activista de FEMEN España?
Pues una mujer de 29 años que dedica prácticamente los siete días de la semana a compaginar FEMEN con el trabajo. Estudié Historia del Arte, trabajo para un sello de música y mi tiempo libre lo dedico a escuchar discos, leer, estar con mis amigxs, ver pelis… Lo normal en realidad, supongo. Antes iba a más conciertos… Espero que vuelvan pronto a ser lo mismo.
¿Cómo ha repercutido en tu vida estar en el grupo?
Lo cierto es que llevo ya casi diez años dentro de FEMEN y a ratos me ha traído cosas mejores y a otros, cosas peores. Es cierto que no todo es gratificante o que no siempre las cosas salen como quieres pero lo cierto es que te enseña un montón de cosas estar en un tipo de activismo como el nuestro.
Resiliencia, compañerismo, sororidad, responsabilidad, gestión del tiempo… Te hace más fuerte y también te enseña a apreciar ciertas cosas más. Diría que en general ha repercutido a bien porque me ha hecho una persona más consciente, despierta y crítica conmigo misma y con lo que me rodea.
Y a niveles de trabas, apoyos, entorno...
¿Te costó arrancar con FEMEN?
Siempre cuento que he tenido suerte de tener un entorno favorable ya no a FEMEN en sí, sino al feminismo en general. He crecido dentro de un entorno creativo donde siempre se ha fomentado que cada unx se exprese como considere. Fuera de mi círculo cercano, en el trabajo por ejemplo, ha habido lugares donde les ha parecido reprochable mi activismo o motivo de burla o acoso.
Creo que siempre cuesta arrancar un grupo pero también mantenerlo. Afortunadamente a día de hoy contamos con un grupo muy activo donde todas hacemos un poder por seguir adelante aún cuando los ánimos parecen estar más bajos. Siempre sacamos fuerzas entre todas para motivarnos y seguir.
En Desobedientes podemos ver más allá de lo que la gente conoce de FEMEN. Mostráis el lado más humano, profundo, vuestra intimidad. OS DESNUDÁIS.
¿Qué parte de este proceso habéis disfrutado más?
Digamos que mostramos cierta vulnerabilidad en el documental, abrimos las puertas a la gente a ver realmente qué hacemos, cómo somos, con nuestros nombres, nuestras casas… Son cosas que nunca antes nos habíamos sentido cómodas enseñando porque no teníamos control sobre lo que después se iba a publicar o editar. En esta ocasión ha sido distinto porque somos nosotras contando nuestra propia historia.
En mi caso he disfrutado viendo la evolución del proyecto, cómo cada vez iba avanzando y teníamos más material para darle forma. También que todas las que estamos dentro del grupo hemos participado de una u otra manera y eso es lo que hace que lo sintamos como común de verdad. Pero sin duda lo mejor es cuando la gente lo recibe, verlo ahí en pantalla grande es lo más después de todo lo que hemos currado.
¿Y cuál ha sido la más complicada?
Quizás asumir todo el proyecto sin ningún tipo de presupuesto. Eso nos ha llevado a pedir muchos favores, colaboraciones… Y gracias a gente con un gran talento y generosa que nos ha donado su trabajo, canciones, arte… Hemos podido sacarlo adelante. Sin duda es complicado cuando no tienes recursos a tu alcance más que el coche de tu amiga, la cámara de tu hermano, tienes que pagarte los billetes para ir a grabar a Barcelona… Creo que por ejemplo Reichel ha tenido una gran carga de trabajo añadida al haberse ocupado íntegramente del montaje.
Durante el largometraje se pueden ver diferentes acciones que lleváis a cabo, una de ellas es vuestra famosa intervención en el 20-N ¿Cómo se gestiona la frustración de ser vosotras las detenidas frente a decenas de fascistas que agreden MIENTRAS homenajean a Franco?
Llevamos protestando durante los actos del 20N ya cuatro años en Madrid pero además en otros homenajes fascistas que se realizan a lo largo del año, como el del acto en el Arco de la Victoria.
Es siempre ilustrativo ver que en un país que se dice democrático se permite honrar a fascistas y franquistas y se detiene a activistas no violentas. Dice mucho de lo que tenemos en realidad.
Para nosotras es una forma de evidenciar que el fascismo no ha muerto en nuestro país y que con más razón se deben ilegalizar este tipo de actos pero también cualquier forma de exaltación del fascismo y el franquismo. Muchos países europeos cuentan con normativas de esta naturaleza:
Portugal, Francia, Alemania… Esto no hace que vaya a desaparecer del día a la mañana pero simbólicamente es importante a la hora de establecer socialmente que el fascismo no es una opinión como cualquier otra.
Muchas veces habéis sido (paradójicamente) cuestionadas desde el feminismo, ¿crees que gracias a Desobedientes podéis llegar a cambiar ciertas perspectivas?
No hemos hecho este documental para complacer a nadie ni para convencer a nadie. Hemos emprendido este proyecto para contar por fin nuestra historia por nosotras mismas, sin filtros y sin amarillismo. Nunca hemos pedido permiso a nadie para existir y no vamos a empezar ahora. Sin embargo, sí pensamos que va a servir para desmitificar la imagen que algunas personas o grupos tienen sobre nosotras, a menudo basadas únicamente en la superficialidad de las noticias de nuestras protestas, en cosas que se oyen por ahí y que alguien se ha inventado…
Hay también un deseo de inspirar, de hacer que quien lo vea pueda darle una vuelta a qué es lo que hace para mejorar las cosas en su entorno, en la medida de sus posibilidades. No pretendemos que todx el mundo se una a nuestro grupo (ojalá, no?) pero sí que sirva como mecanismo para amplificar la importancia de la actividad social de todxs, estando presentes y tomando partido.
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